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Cómo ganan los Campeones de Estrategia

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Elaborar una estrategia —el proceso de tomar decisiones coherentes y difíciles de revertir bajo incertidumbre con el objetivo de generar valor a largo plazo— siempre ha sido una tarea exigente. En 2010, solo el 35 por ciento de los más de 2,000 ejecutivos encuestados reportaron que sus estrategias superaban cuatro o más de las Diez Pruebas de Estrategia de McKinsey1 (vea el recuadro “Las Diez Pruebas de Estrategia: evalúe la calidad de su estrategia”).

La creciente incertidumbre y complejidad del entorno empresarial han hecho que esa tarea sea aún más difícil. El Índice Mundial de Incertidumbre (World Uncertainty Index) muestra que la incertidumbre de base se ha más que duplicado desde 1990, que los eventos de alta incertidumbre ocurren con mayor frecuencia y que cada pico importante es más severo que el anterior (Gráfica 1).2 El desafío de navegar en la incertidumbre se ve agravado por la creciente complejidad —desde el rápido avance de la inteligencia artificial (IA) hasta las tensiones geopolíticas y el surgimiento de nuevos modelos de negocio y operación— que multiplica las variables que los estrategas deben tener en cuenta.

Estos dos desafíos han afectado la calidad de las estrategias corporativas. En una encuesta realizada entre 2024 y 2025, solo el 21 por ciento de los ejecutivos afirmó que sus estrategias pasaban cuatro o más de las Diez Pruebas de Estrategia, lo que supone una caída del 40 por ciento en comparación a una década y media antes.3 No es sorprendente que los estrategas estén sintiendo la presión. En 2022, el 42 por ciento de los encuestados dijo estar teniendo dificultades para lograr el nivel de impacto deseado.4

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Sin embargo, las recompensas por diseñar estrategias revolucionarias nunca han sido mayores… como tampoco lo han sido las penalizaciones por equivocarse en la estrategia. Al trazar el beneficio económico de miles de las empresas más grandes del mundo, se obtiene una curva de poder en la que el quintil superior capta casi el 90 por ciento del excedente económico total, el quintil inferior cava un agujero de destrucción de valor de magnitud similar y las empresas en el medio generan un valor económico modesto, si es que lo generan 5 (vea el recuadro “La Curva de Poder del Beneficio Económico: superar al mercado”). Una estrategia exitosa mueve a una empresa hacia arriba en esta curva de poder, pero la curva se está haciendo más pronunciada. La brecha entre las ganancias promedio de las empresas con mejor desempeño del quintil superior y las pérdidas promedio de las empresas rezagadas del quintil inferior se ha duplicado en las últimas dos décadas (Gráfica 2).6 En esencia, los retornos de las grandes estrategias y los costos de las estrategias malas (o inexistentes) están aumentando.

Solo una de cada diez empresas logra escalar desde la mitad hasta la cima de la Curva de Poder en el transcurso de una década.7 En este artículo, compartimos lo que estos Campeones de Estrategia hacen de manera diferente: cómo diseñan movimientos audaces, movilizan a sus organizaciones y mantienen una ejecución enfocada, incluso en tiempos turbulentos.

Entender a los Campeones de Estrategia

Comenzamos con dos preguntas simples: ¿Qué hacen de manera diferente las empresas que alcanzan la cima de la Curva de Poder del Beneficio Económico? ¿Y cómo abordan el diseño y la ejecución de sus estrategias? Para encontrar las respuestas, estudiamos las prácticas y capacidades estratégicas de más de 400 empresas. En primer lugar, definimos dos grupos en función de su movimiento a lo largo de la curva durante cinco años: los Campeones de Estrategia, que ascendieron o mantuvieron un rendimiento de beneficio económico en el quintil superior, y los rezagados, que cayeron al quintil inferior, lo que refleja importantes retrocesos estratégicos (Gráfica 3).

La mayor brecha entre los Campeones de Estrategia y los rezagados se encuentra, en realidad, en la movilización: la fase crucial para traducir las decisiones estratégicas en preparación organizacional.

A continuación, comparamos cómo los campeones y los rezagados abordaron la estrategia y qué tan sólidas eran en las actividades relacionadas con ella. Aquí fue clave nuestro evolucionado Método de Estrategia (Strategy Method), que presenta 12 bloques fundamentales de construcción de la estrategia en tres fases: diseño, movilización y ejecución (vea el recuadro “El Método de Estrategia: conectar la aspiración con la acción”).8 Estos bloques fundamentales representan un lenguaje común para las actividades estratégicas que nos permitió comparar sistemáticamente a las empresas. Posteriormente, evaluamos a cada una en función de un conjunto de capacidades que sustentan los bloques fundamentales.

Los resultados destacan una realidad que a menudo se omite en las discusiones sobre estrategia. Si bien los datos respaldan las afirmaciones comunes de que la estrategia consiste en tomar decisiones claras y en ejecutar, la mayor brecha entre los Campeones de Estrategia y los rezagados se encuentra, en realidad, en la movilización: la fase crucial para traducir las decisiones estratégicas en preparación organizacional (Gráfica 4).

Dónde los Campeones de Estrategia construyen su ventaja

A medida que profundizamos, descubrimos que los Campeones de Estrategia son, en promedio, más fuertes que los rezagados en cada uno de los 12 bloques fundamentales (Gráfica 5). Sin embargo, sus fortalezas son particularmente distintivas en varias áreas críticas para el éxito de la estrategia.

Diseño de la estrategia: Sentar las bases

Dos bloques fundamentales en los que los Campeones de Estrategia superan particularmente a los rezagados están en la fase de diseño. En primer lugar, se destacan por alinear a los equipos de liderazgo en torno a los imperativos estratégicos, construyendo un entendimiento compartido de los desafíos centrales que la empresa necesita abordar. Cuando los líderes empresariales entran a la sala de estrategia, con demasiada frecuencia su objetivo es obtener la aprobación de sus planes, en lugar de encontrar el rumbo estratégico objetivamente más adecuado para toda la organización. Este aspecto social de la estrategia es la razón por la cual construir una base fáctica es tan crítico: garantiza que todo el mundo comprenda los desafíos centrales y pueda debatir sobre la mejor manera de actuar frente a ellos.

Parte de establecer esa base consiste en identificar las tendencias con mayor impacto en el negocio: la fortaleza que, según descubrimos, más distingue a los Campeones de Estrategia de los rezagados. En la carta de 2016 de Jeff Bezos a sus accionistas, el fundador de Amazon calificó la “adopción entusiasta de las tendencias externas” como una de las cuatro formas esenciales de evitar la disrupción o la complacencia.9 Luego explicó: “Si luchas contra [las tendencias], probablemente estés luchando contra el futuro. Acéptalas y tendrás el viento a favor”.

Otro bloque fundamental de la fase de diseño en el que los Campeones de Estrategia son particularmente eficaces es el compromiso con una estrategia audaz: tomar decisiones coherentes sobre movimientos estratégicos claros ante un futuro impredecible. Esto exige valentía estratégica por parte del director ejecutivo (CEO), el equipo directivo y el consejo de administración. Por ejemplo, Aliko Dangote, CEO y presidente de Dangote Industries, la mayor empresa de África Occidental, construyó su éxito sobre la idea de que los líderes “deben ser las personas más audaces”.10 Su filosofía personal es “pensar en grande, soñar en grande y hacer grandes cosas”.

Una estrategia de alta calidad representa, en última instancia, una agenda de creación de valor que guía la asignación de recursos. Como era de esperar, los Campeones de Estrategia tienden a destacar en la elaboración de narrativas estratégicas convincentes que captan sus agendas (en parte a través de sus historias de valor para los accionistas). Esto sienta las bases para la movilización.

Movilización de la estrategia: Construir el puente

La movilización, la conexión crítica entre el diseño y la ejecución, es donde los Campeones de Estrategia construyen su ventaja más notable. Para lograr una movilización adecuada, hay que empezar con el primer bloque fundamental de esta fase: asegurarse de que el talento adecuado esté plenamente empoderado y comprometido con cada decisión estratégica. Los Campeones de Estrategia son considerablemente mejores que otros en hacer que los líderes individuales rindan cuentas mediante objetivos e incentivos claros, con el fin de garantizar que cada elección estratégica se movilice y ejecute. Nvidia, por ejemplo, asigna un “piloto al mando” a los proyectos y decisiones estratégicas importantes: el mejor líder para ese esfuerzo, independientemente de su función o antigüedad.

Una movilización efectiva se beneficia aún más al garantizar que el mejor talento ocupe los roles que aportan el mayor valor estratégico, sin importar en qué parte de la organización se encuentren dichos roles, y empoderar a esos líderes para que se apropien de la estrategia y la impulsen. De hecho, un estudio realizado por Siemens y la Universidad de Gotinga con más de 1,600 altos directivos reveló que las unidades de negocio cuyos líderes se sentían altamente empoderados para implementar sus estrategias superaban en desempeño a aquellas en las que no era así.11

Los Campeones de Estrategia se destacan especialmente en el segundo bloque fundamental de la fase de movilización: traducir la estrategia en iniciativas granulares. También sobresalen en la reasignación de recursos a la estrategia y en garantizar que la estrategia se integre a los planes y presupuestos. Al hacerlo, cierran lo que el profesor de negocios de la Universidad de Stanford, Jeffrey Pfeffer, denomina “la brecha entre saber y hacer”,12 garantizando sistemáticamente que las decisiones a corto plazo se ajusten a la estrategia a largo plazo, en lugar de permitir que los gerentes vuelvan con el tiempo a patrones ya establecidos. En última instancia, la capacidad de los Campeones de Estrategia para orquestar eficazmente los bloques fundamentales de la movilización depende de contar con un modelo operativo adecuado, por lo que es esencial considerar la movilización futura al diseñar la estrategia.

La prominencia de la movilización en nuestra investigación refuerza una realidad crucial: antes de que una estrategia pueda moldear el panorama competitivo, debe integrarse con éxito en el ADN de la organización. Como señaló el fallecido estratega militar y de política exterior, Andrew Marshall, “antes de que cualquier estrategia pueda influir en un competidor, primero tiene que sobrevivir a tu propio sistema”.13

Ejecución de la estrategia: Mantener el progreso

Las estrategias bien diseñadas y movilizadas crean potencial; la ejecución lo captura. En esta fase, los Campeones de Estrategia se distinguen especialmente por su capacidad para impulsar y respaldar el rendimiento. En lugar de monitorear pasivamente el progreso, gestionan activamente el rendimiento para identificar y eliminar las barreras que dificultan la entrega, y apoyan continuamente a los equipos responsables de la ejecución. El DBS Bank de Singapur, por ejemplo, redefinió su enfoque de gestión del rendimiento para habilitar su ambiciosa estrategia de transformación digital, alineando estrechamente su cuadro de mando integral con la estrategia y definiendo una nueva métrica de captura de valor digital.14

Durante la ejecución, los Campeones de Estrategia también son más fuertes que otras empresas en poner a prueba, aprender y adaptar su estrategia según sea necesario, por ejemplo, aumentando los recursos asignados a un movimiento estratégico o lanzando un nuevo esfuerzo de diseño estratégico en busca de la siguiente curva en S. Estas actividades requieren tener claramente documentadas las suposiciones estratégicas y las justificaciones para cada decisión tomada durante el diseño de la estrategia. Un CEO inculcó la práctica de que el equipo directivo explicara al consejo de administración las suposiciones que sustentaban sus compromisos estratégicos. Esto obligó a los líderes empresariales a reconocer y conciliar diferentes creencias, sentando las bases para realizar pruebas y aprender de forma eficiente cada seis meses durante la ejecución.

Aunque los Campeones de Estrategia son, en promedio, más fuertes que sus pares en todos los bloques fundamentales y las capacidades subyacentes del Método de Estrategia, sus fortalezas más profundas varían de manera importante según el contexto al que se enfrentan. Esto representa una ventaja significativa en el entorno actual de extrema incertidumbre.

Diferentes contextos requieren diferentes fortalezas

Además de analizar las capacidades estratégicas de 400 empresas, evaluamos cómo integraban un poderoso elemento externo: el nivel de incertidumbre (vea el recuadro “Estrategia bajo incertidumbre: comprender el futuro”). Los resultados demuestran que las capacidades estratégicas funcionan como un sistema: los Campeones de Estrategia no solo son más fuertes que los demás en materia de estrategia en general; también poseen las fortalezas adecuadas para el nivel de incertidumbre al que se enfrentan (Gráfica 6).

Exhibit 6

Estos hallazgos refuerzan el hecho de que diferentes contextos requieren diferentes hojas de ruta. Sin embargo, según nuestra experiencia, pocas empresas realizan estas adaptaciones de forma consciente. Muchas continúan con sus enfoques establecidos en lugar de identificar las capacidades estratégicas que deben fortalecer o desarrollar. Las organizaciones acostumbradas a mercados estables que se enfrentan repentinamente a una disrupción a menudo necesitan desarrollar nuevos músculos de estrategia.

Dominar el arte de la estrategia

¿Cómo puede una organización que aspira a convertirse en un Campeón de Estrategia mejorar sus capacidades estratégicas? Debe comenzar por establecer estándares claros y compartidos para la estrategia. Nuestra encuesta muestra que los rezagados son casi dos veces más propensos que los Campeones de Estrategia a tener poco o ningún acuerdo sobre lo que constituye una estrategia de alta calidad. Esto coincide con nuestra experiencia: la estrategia es un concepto que a menudo se malinterpreta, y esa falta de comprensión da lugar a discusiones improductivas y decisiones erróneas.

Algunas empresas líderes han establecido enfoques personalizados para fomentar el pensamiento estratégico que buscan. Amazon, por ejemplo, distingue entre decisiones de “Tipo 1” (aquellas que son irreversibles o casi irreversibles) y decisiones de “Tipo 2” (aquellas que tienen consecuencias relativamente a corto plazo) al asignar la atención de la dirección,15 y su práctica del memorando de seis páginas enfatiza el pensamiento claro.16 Mercado Libre, por su parte, utiliza un sistema 90-10 que empodera plenamente a los líderes para tomar la mayoría de las decisiones, con la expectativa de que el 10 por ciento de las decisiones que implican altas apuestas y son irreversibles se gestionen de forma colaborativa.17 Este entendimiento compartido fomenta la rapidez: los Campeones de Estrategia tienen 1.7 veces más probabilidades que los rezagados de tomar decisiones estratégicas consistentemente a la velocidad adecuada.

El compromiso con la excelencia estratégica también tiene una dimensión financiera. Los Campeones de Estrategia tienen el doble de probabilidades que los rezagados de contar con presupuestos dedicados a mejorar sus capacidades estratégicas, y un tercio más de probabilidades de tener el apoyo total del equipo ejecutivo para invertir en esas capacidades. La creciente frecuencia de los impactos externos y la importancia cada vez mayor de la IA en el desarrollo de la estrategia hacen que estas capacidades sean fundamentales.

Como principal estratega de la organización, el CEO es esencial para centrar la atención en la estrategia. La experiencia de Rolls-Royce bajo la dirección del CEO Tufan Erginbilgiç ilustra el reajuste cultural que esto puede requerir. Ante importantes desafíos de rendimiento, Erginbilgiç lanzó una revisión estratégica enmarcada en la toma de decisiones claras. Involucró a unos 500 líderes en lo que describió como un proceso necesariamente “caótico”. “Como estás tomando decisiones en la sala, para cuando terminas con la estrategia, toda la organización está alineada”, nos dijo.18 El proceso no solo cambió la dirección estratégica de Rolls-Royce, sino que también alineó las mentes sobre lo que significa y requiere una estrategia de alta calidad.


El objetivo de la estrategia siempre ha sido tomar decisiones difíciles en medio de la incertidumbre para lograr resultados excepcionales. Pero nuestra investigación y experiencia han revelado algo que muchas empresas pasan por alto: los Campeones de Estrategia poseen tanto visiones brillantes como el conjunto adecuado de fortalezas para hacerlas realidad. Adoptan los 12 bloques fundamentales de construcción del Método de Estrategia, desde el diseño hasta la movilización y la ejecución. En el desafiante juego actual, donde hay mucho en juego, dominar el arte de la estrategia es el puente para convertirse en un Campeón de Estrategia.

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