El estado del consumidor 2025: Cuando la disrupción se vuelve permanente

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A principios de la década, los consumidores adoptaron una serie de nuevos comportamientos, casi de la noche a la mañana, en respuesta a la pandemia de la COVID-19. El teletrabajo, la conectividad digital y las actividades en solitario se convirtieron en la norma durante el confinamiento.

Hoy en día, el mundo ha vuelto a abrirse, pero la era de la incertidumbre y su impacto en los consumidores persisten.

A nivel mundial, la confianza de los consumidores sigue siendo, en promedio, más baja que a principios de 2020, y los consumidores siguen preocupados por el aumento de los precios y la inflación. A pesar de esta incertidumbre persistente, continúan gastando. De hecho, la relación entre la confianza y el gasto se ha debilitado. Mientras tanto, las expectativas de los consumidores en cuanto a valor y comodidad los llevan a hacer concesiones inesperadas en diferentes categorías: reducen el gasto en un área y, al mismo tiempo, se dan un capricho en otra. Estas decisiones pueden resultar confusas para cualquiera que intente predecir el comportamiento futuro de los consumidores.

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No es que los consumidores actuales sean irracionales, sino que los antiguos marcos utilizados para descifrar su comportamiento ya no son válidos. Lo que al principio parecían adaptaciones a corto plazo derivadas de la pandemia de la COVID-19 se han consolidado como cambios de comportamiento duraderos. A medida que el mundo se adentra en la segunda mitad de la década, las empresas orientadas al consumidor se enfrentan a nuevos retos, pero ser capaces de comprender las motivaciones de un consumidor impredecible puede ayudarles a mantenerse ágiles y relevantes.

A partir del análisis de los datos de las encuestas de ConsumerWise Sentiment Survey y State of the Consumer Market Survey de McKinsey, hemos identificado cinco fuerzas conductuales que darán forma al sector en los próximos años y cuatro imperativos estratégicos para posicionar a las organizaciones para el crecimiento.1 (Aunque el crecimiento en los mercados emergentes y los cambios demográficos globales, como el envejecimiento de la población mundial y la disminución de la tasa media de natalidad, también están transformando el panorama del consumo, este artículo se centra en los cambios persistentes en el comportamiento de los consumidores que, según vemos, están afectando a los mercados más grandes del mundo.)

Cinco dinámicas de la era de la COVID-19 que siguen configurando el sector del consumo

Al comienzo de la pandemia de la COVID-19, los consumidores adoptaron nuevos comportamientos con extrema rapidez, y algunos de ellos han perdurado. Para comprender cómo han cambiado los consumidores, realizamos la encuesta ConsumerWise Sentiment Survey de McKinsey entre más de 25,000 consumidores en 18 mercados que, en conjunto, representan alrededor del 75 por ciento del PIB mundial.2 Sus respuestas, así como las de los participantes en la encuesta State of the Consumer Market Survey, revelan cómo invierten el tiempo los consumidores actuales, en quién confían y cómo atribuyen valor.

1. Las personas pasan más tiempo solas y en línea

2. Los canales digitales ganan usuarios, pero no su confianza

3. La generación Z crece y gasta

4. Los consumidores se inclinan por lo local frente a lo global

5. Los consumidores resuelven la ecuación del valor de nuevas maneras

Cuatro imperativos estratégicos que pueden ayudar a los actores del sector de consumo a ganar

Ha surgido un nuevo punto de referencia para la toma de decisiones de los consumidores. A pesar del alto nivel de incertidumbre, no solo en la confianza del consumidor, sino también en las perspectivas geopolíticas y económicas, existen muchas áreas en las que las marcas pueden encontrar oportunidades de crecimiento. Hemos identificado cuatro imperativos estratégicos para los actores del sector de consumo para el próximo año:

  • Acérquese aún más al consumidor. La confianza del consumidor ya no se alinea perfectamente con el gasto, y los métodos simples para predecir su comportamiento son insuficientes. Las empresas deben crear una visión de 360 grados de sus consumidores que les permita tomar decisiones proactivas. Esto significa aprovechar nuevas capacidades, como las herramientas de escucha social impulsadas por inteligencia artificial (IA), y garantizar que la organización disponga de datos de comportamiento detallados de sus propios sitios web o tiendas. Para las empresas de bienes de consumo con datos propios limitados, es fundamental desarrollar capacidades para recopilar información sobre los consumidores y datos de terceros más allá de su subsector.

    Aun así, recopilar información es solo la mitad del camino. Las empresas de consumo pueden implementar herramientas para generar análisis predictivos y prescriptivos (estos incluyen puntos de datos como el riesgo de pérdida de clientes y las preferencias de productos, y recomendaciones personalizadas, respectivamente). En conjunto, estos análisis forman una sólida base de información y análisis que permite a los actores del sector de consumo aprovechar el poder de la personalización y el marketing dirigido.

  • Invierta en el motor de gestión del crecimiento de los ingresos (revenue-growth-management engine, o RGM). Los consumidores se han vuelto más conscientes de los precios y más orientados a las ofertas, y evalúan las compensaciones de una forma más amplia que en el pasado. Ofrecer el producto adecuado al precio adecuado en el momento adecuado se ha vuelto más importante y difícil que nunca, especialmente ahora que las plataformas digitales permiten a los consumidores comparar precios. Para las marcas, es fundamental acertar con el RGM. Esto incluye utilizar análisis para tomar decisiones de precios informadas, gestionar estratégicamente las condiciones comerciales y optimizar regularmente el surtido. Sin embargo, innovar en todo el ecosistema del RGM puede generar valor adicional. Para ello, es necesario crear modelos analíticos avanzados y automatizados que utilicen inteligencia artificial predictiva, información respaldada por los consumidores y fuentes de datos de comportamiento. Realizar estas inversiones permite a los actores del sector de consumo desplegar el gasto promocional de forma más personalizada, llegando a los consumidores en el momento adecuado con la oferta adecuada. Las marcas también pueden replantearse sus alianzas con los minoristas, buscando maneras de conectar los precios a través de la activación de los medios minoristas y colaborando de manera que se puedan impulsar aún más los modelos avanzados de RGM.
  • Adapte la cartera para el crecimiento. A medida que las marcas disruptivas, las tendencias de alta velocidad y los consumidores impredecibles siguen definiendo el sector, las empresas de consumo deben obsesionarse con sus fuentes de crecimiento. Esto significa inclinarse continuamente por las fusiones y adquisiciones (mergers and acquisitions, o M&A), y por las fusiones, adquisiciones y desinversiones (mergers, acquisitions and divestitures, M&A&D). Las empresas de consumo deben esforzarse por generar entre un 20 y un 30 por ciento de nuevos ingresos a partir de su cartera cada diez años. Las que aprovechan las M&A&D para crecer generan 2.5 puntos porcentuales más de rentabilidad total para el accionista (total shareholder return, o TSR) que las que solo cuentan con el crecimiento orgánico. Esto también implica reinventar las capacidades empresariales. El comercio electrónico está llamado a ser uno de los principales escenarios de competencia. Gran parte de este crecimiento provendrá de una mayor penetración en las economías en desarrollo y de la aceleración de nuevos modelos de negocio, como el comercio social.
  • Reconfigure las capacidades tecnológicas. Incluso si las empresas del sector de consumo logran cumplir cada uno de estos imperativos estratégicos, tendrán dificultades para mantener una ventaja competitiva sin reestructurar sus capacidades tecnológicas, incluyendo la reestructuración de sus organizaciones para adaptarlas a las inversiones en tecnología. Entre los 140 casos de uso de IA agéntica e IA generativa que las empresas del sector de consumo deberían priorizar, dar forma a los conocimientos sobre los consumidores y la demanda, y gestionar los clientes y los canales representan el mayor valor. Las empresas de consumo que realicen inversiones transformadoras a largo plazo para reconfigurarse con vistas al crecimiento podrían desbloquear una mejora de hasta 15 puntos porcentuales en sus márgenes de ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (earnings before interest, taxes, depreciation, and amortization, o EBITDA).

Para superar a la competencia en los próximos años, será necesario anticiparse a las necesidades de un consumidor a menudo impredecible. Las marcas que sean capaces de adaptarse con rapidez a las nuevas realidades estarán bien posicionadas para crecer, independientemente de la incertidumbre que nos depare el futuro.

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