Las estadísticas sobre inflación hasta mediados de 2021 incluyen las siguientes:
- El Índice de Precios al Consumidor de EE.UU. (“US CPI”) aumentó el 5,4 por ciento en el período de 12 meses finalizado en junio de 2021 – su nivel más alto desde agosto de 2008. En Europa, la inflación superó en mayo de 2021 la meta de dos por ciento fijada por el Banco Central Europeo.
- Pese a que los precios de la madera y del acero cayeron luego de su pico este año, continúan muy altos en comparación con mediados de 2020 (más del 75 por ciento de aumento para la madera y más del 200 por ciento en el caso del acero). Los precios del polietileno también alcanzaron máximos históricos en 2021, abandonando una larga correlación con los precios del petróleo y el etileno.
- En julio de 2021, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de Estados Unidos informó que la tasa de desempleo cayó en mayo de 2021 al 5,9 por ciento (del 13 por ciento registrado un año antes), y la proporción de puestos de trabajo vacantes en industrias no agrícolas aumentó al 6 por ciento, la mayor cifra en más de dos décadas.
- Las compañías se enfrentan a otra gran disrupción macroeconómica después de la repentina crisis del COVID-19 y el contexto deflacionario de 2020 y de las tensiones comerciales durante 2018 y 2019.
Como afirma el antiguo dicho, “la única constante es el cambio”, y eso también aplica a la situación actual. Las organizaciones están navegando aguas desconocidas – inflación, problemas de capacidad y disrupciones de la cadena de suministro que sacuden las palancas de ahorro tradicionales. Ninguna de estas variables es nueva en sí misma; sin embargo, su combinación y la velocidad de los cambios resultantes de la crisis del COVID-19 están generando nuevos tipos de riesgos financieros y operacionales, conduciendo a muchas compañías hacia un terreno inexplorado.
Con cambios constantes que crean nuevos desafíos y oportunidades a cada paso, la resiliencia corporativa ha acrecentado su importancia. Las funciones de compras y de cadena de suministro están cumpliendo un rol clave para aumentar la resiliencia al actuar como orquestadoras entre las empresas y sus proveedores. Para aprovechar el éxito logrado hasta ahora, proponemos la adopción de un conjunto amplio de acciones a lo largo de varios horizontes temporales:
- Aquí y ahora, compras garantiza estabilidad de precios y abastecimiento.
- En el mediano plazo, las compañías desplegarán un conjunto avanzado de herramientas para la volatilidad, junto con una variedad de palancas para minimizar costos.
- Para prepararse para el futuro, las compañías institucionalizarán una metodología multi-funcional y las herramientas contra la volatilidad como parte de sus abordajes de compras de última generación.
Una de las metodologías incipientes más prometedoras dentro de este grupo es un centro neurálgico de compras. Esta estructura reúne especialistas en toda la cadena de valor, incluidos abastecimiento, planificación, finanzas, operaciones e ingeniería, para priorizar los problemas de disponibilidad y suministro de materias primas, componentes e insumos relacionados. De una manera centralizada y estratégicamente informada, el equipo del centro neurálgico acelera la respuesta de una empresa ante la incertidumbre. En un contexto de presiones inflacionarias, un centro neurálgico contribuye a capturar ahorros de costos, identificar y aprobar commodities alternativos y sus abastecedores, y desarrollar colaboraciones más profundas con proveedores clave para liberar fuentes de valor adicionales.
Las compañías que implementan un centro neurálgico efectivo pueden mejorar estructuralmente sus bases de costos, proteger y mejorar los márgenes y promover el alineamiento organizacional. Por ejemplo, una compañía de materiales base logró reducir el aumento de precios de un importante proveedor más del 30 por ciento, y un fabricante de componentes resolvió con éxito la volatilidad del suministro y de los precios de semiconductores y acero.
Las tendencias alimentan la incertidumbre
Una gran variedad de factores, entre otros aumentos de precios de commodities, disrupciones de la cadena de suministro, políticas económicas expansivas, mercados de trabajo contraídos y el imperativo de sostenibilidad, están impulsando la incertidumbre actual del mercado y la inflación.
El rápido aumento de los precios refleja en gran medida el impacto de la pandemia de COVID-19 en el mundo empresarial. En respuesta a los cambios abruptos en la demanda de los consumidores y a un rebote en la actividad económica, algunas materias primas han alcanzado sus precios máximos históricos. La madera, por ejemplo, duplicó su valor a comienzos de 2021, mientras que el precio del acero (laminado en caliente) creció más del 150 por ciento en el mismo período como resultado de la combinación de una fuerte demanda y una oferta insuficiente.
Con el alza de los precios de los insumos, muchas compañías reportaron mayores costos en el primer trimestre de 2021 y expresaron temores de que la inflación continúe. La urgencia por identificar e implementar metodologías para minimizar la exposición y proteger los márgenes ha escalado hasta lo más alto en la agenda de muchos ejecutivos.
Una respuesta efectiva exige colaboración multi-funcional
Para responder a los desafíos más urgentes en el mercado actual, así como a la incertidumbre futura, las organizaciones de compras pueden aplicar un conjunto mucho más amplio de palancas creadoras de valor. Muchas recurrirán a la colaboración entre funciones: romper con los silos y mejorar la visibilidad será incluso más importante que antes.
De igual modo, una mala coordinación entre funciones puede tener consecuencias onerosas. Una organización de compras acumuló acero de varios proveedores en anticipación a aumentos de precio futuros. Sin embargo, debido a que su departamento de compras no coordinó con el equipo de abastecimiento, los almacenes fueron inundados con tanto material que debieron almacenarlo a la intemperie. Después de algunas semanas, la compañía estaba sentada sobre una pila de acero oxidado, lo que provocó una hemorragia en el balance.
Para evitar errores como este, una opción es construir una infraestructura que facilite la rápida colaboración y ejecución de varias iniciativas en simultáneo. Las revisiones mensuales o los talleres trimestrales con proveedores no bastan para controlar precios que se mueven a alta velocidad. Una compañía que realizaba reuniones mensuales entre los equipos de cadena de suministro, operaciones y compras necesitó más de 30 días para decidir un plan de acción para contrarrestar la inflación, y otros 30 días para ejecutarlo. Durante esos dos meses, el precio del acero había aumentado casi el 50 por ciento.
Este imperativo por planificar para la incertidumbre del mercado probablemente continúe vigente luego de desaparezcan las inquietudes inflacionarias actuales: una investigación reciente de colegas de McKinsey sobre cadenas de abastecimiento estimó que las disrupciones significativas de la producción ocurren cada 3,7 años en promedio. De esta manera, la incertidumbre parece destinada a persistir en el contexto de los negocios mientras mercados y empresas vuelven a ponerse en marcha en el mundo post-pandemia.
En esta era convulsionada, los líderes de compras tienen una oportunidad para reinventar su función y extender su mandato para posibilitar una mayor resiliencia. Para cumplir ese mandato ampliado, el departamento necesita un modelo operativo de principio a fin que promueva la creación, la preservación y la facilitación del valor (Gráfico 1).
El abordaje de centro neurálgico en acción
Viabilizar la colaboración multi-funcional cuanto antes constituye la primera fase del plan de respuesta del director de compras (CPO), que además incluye tomar medidas para desplegar soluciones avanzadas e institucionalizar las nuevas capacidades y herramientas (Gráfico 2).
Para abordar los desafíos inmediatos, las compañías pueden crear centros neurálgicos que echen luz sobre los riesgos de la cadena de suministro, ejerzan control sobre el gasto y aceleren la colaboración para gestionar la exposición en las categorías clave. El abordaje ayuda a orientar las decisiones de manera de enfocar las respuestas en la implementación estratégica más que en “apagar incendios”. A continuación describimos cómo funciona.
Lanzar el centro neurálgico
El centro neurálgico reúne a un equipo de especialistas en cadena de suministro, planificación, finanzas, operaciones e ingeniería. En el día uno, el equipo establece la infraestructura de trabajo crítica, incluida una cadencia de actividades y tableros para medir los avances de las iniciativas. A partir de ese punto, es posible lograr impacto en apenas cinco semanas.
Priorizar las categorías en función de su exposición
Durante la primera semana, el equipo del centro neurálgico prioriza las categorías sobre la base de una matriz de exposición que tiene en cuenta la inflación (o deflación) y el grado de exposición a las fuerzas del mercado (Gráfico 3).
La inflación puede medirse utilizando tendencias de índices y precios futuros, triangulando índices de ser necesario. El impacto de la variación del índice se aplica a la porción del gasto correspondiente a la materia prima, obteniendo un entendimiento de la categoría muy valioso basado en los costos teóricos. La exposición es mayor en los contratos que emplean índices para ajustar precios, junto con las compras al contado y los acuerdos sujetos a negociación en los siguientes tres a seis meses. Esta metodología ofrece una perspectiva más clara de las categorías que los equipos necesitan “defender” contra la inflación y de las que plantean oportunidades.
Entender los costos teóricos y los costos incorporados
Las prácticas de negociación ofrecen oportunidades adicionales para combatir la inflación. Tácticas como agrupar compras separadas para obtener descuentos por volumen y utilizar modelos de costos teóricos basados en los precios vigentes para conocer las estructuras de costos de los proveedores pueden generar nuevas oportunidades de ahorro. Un abordaje algo más sofisticado consiste en un análisis de costos incorporados para obtener mayor claridad sobre qué impulsa los precios, qué está sucediendo con los drivers de costo y cómo emplear esos insights durante las negociaciones (ver recuadro “Preguntas que un análisis de costos incorporados ayuda a responder”).
Este tipo de herramientas ayudaron a una compañía de materiales base a reaccionar ante un aumento de precios del 40 por ciento de un proveedor clave. El análisis detallado de los costos del proveedor reveló que este había sobreestimado sensiblemente la incidencia de las materias primas sobre los precios finales. Al aplicar ese conocimiento en sus negociaciones, la empresa logró mitigar el aumento de precios propuesto en casi una cuarta parte.
Identificar un conjunto expandido de palancas de mitigación
Existe un amplio conjunto de palancas comerciales y técnicas para sustentar una posición defensiva contra la inflación. Algunas de estas palancas tienen efectos inmediatos (para reducir aumentos de precio), mientras que otras son más prospectivas y se orientan a estimular la resiliencia. Para cada categoría, el centro neurálgico ayuda a identificar las palancas técnicas y comerciales aplicables y diseñar su implementación:
- Comerciales. Las oportunidades comerciales inmediatas para mitigar la volatilidad típicamente incluyen maximizar el gasto en los contratos existentes que no han sufrido el impacto de la inflación, o exigir descuentos por períodos anteriores en que los precios de los commodities se mantuvieron sin cambios. Las soluciones digitales y analíticas son capaces de generar modelos de costos teóricos para una importante porción del gasto, permitiendo al equipo de trabajo cuantificar el grado en que la presión inflacionaria sobre los materiales afectará los precios de los proveedores. Para reforzar la resiliencia futura, la colaboración con los proveedores ofrece beneficios mutuos en eficiencia y también mejora el costo total de propiedad. Por último, las compañías pueden intensificar la colaboración entre los equipos de pricing y de compras para ponderar los posibles efectos sobre los precios de la propia compañía.
- Técnicas. Las palancas técnicas defensivas e inmediatas incluyen la aceleración de la ingeniería de valor y el ajuste de los tamaños de lote o de la frecuencia de pedido. Una palanca a más largo plazo para mejorar la resiliencia puede ser reducir el número de SKUs o las funcionalidades y atributos de mayor costo modificando las especificaciones. Para responder a la volatilidad en el corto plazo, las oportunidades incluyen optimizar el footprint de proveedores para controlar mejor aspectos como logística, costos, tarifas e inventarios. En el largo plazo, las palancas técnicas para manejar la volatilidad pueden ser, entre otras, acumular stocks estratégicamente, utilizar proveedores que se encarguen de administrar los inventarios, expandir la colaboración con otras industrias para compartir la exposición a commodities, y asociarse a lo largo de toda la cadena de valor para mitigar los riesgos en nodos determinados.
El tiempo es un elemento fundamental para ambos tipos de palancas. Un proveedor de la industria automotriz que se enfrentaba a una alta inflación para abastecerse de acero y semiconductores estableció un centro neurálgico que aplicó estrategias comerciales y técnicas en tándem. Después de identificar las categorías específicas sometidas a mayor presión, el equipo de compras decidió ampliar la base de proveedores usando analítica para perfeccionar las tácticas de negociación y obtener descuentos por volumen. Mientras tanto, los esfuerzos de ingeniería de valor redujeron la demanda interna de componentes de alto costo e identificaron sustitutos. Esta combinación generó ahorros de dos dígitos que no solo satisficieron las necesidades inmediatas, sino además redujeron los costos a nivel estructural estimulando una mayor resiliencia a largo plazo.
Enseñanzas de los centros neurálgicos
Las compañías pioneras en la adopción de centros neurálgicos dejaron varias lecciones importantes:
- Mantenerse cerca de los amigos. Las empresas pueden identificar cuáles de sus proveedores son verdaderos socios estratégicos. Los proveedores históricos más confiables continuarán colaborando.
- Quien guarda, encuentra. Reducir el desperdicio ayuda a las compañías a superar desafíos de corta duración. Posicionar el control del inventario y el consumo al tope de la agenda es clave y puede ser útil para el largo plazo.
- Compartir y repartir. Los precios de las materias primas afectan tanto a los compradores como a los proveedores. Ambas partes están interesadas en recibir incentivos, lo que crea verdaderas oportunidades para resultados mutuamente beneficiosos.
- Elevar el valor con el diseño. Es un buen momento para reconsiderar la ingeniería de valor y el diseño en base al valor (DtV). Los cambios en los costos de los materiales pueden modificar el business case y entregan los mayores ahorros.
- Planificar para el largo plazo. Los proveedores buscan planificar con anticipación. Valoran los compromisos a largo plazo y están dispuestos a ofrecer algo a cambio.
En un mundo de creciente incertidumbre, los departamentos de compras pueden crear valor significativo para las empresas, pero únicamente si se los provee de las capacidades necesarias para perseguir abordajes sofisticados. Un “centro neurálgico” hace que esto sea posible al posibilitar evaluaciones rápidas de la situación del mercado y acciones veloces para aumentar la resiliencia.